La historia de éxito de Alexandra

¿Por qué querías adelgazar?

Yo siempre había sido propensa a tener sobrepeso y mis dos embarazos no hicieron más que empeorar el problema. Soy una persona a la que le encanta cocinar y comer. Nunca me ha gustado demasiado el deporte y hubo varias dietas muy restrictivas que afectaron y ralentizaron mi metabolismo.
Llegué a probar dietas superrestrictivas ricas en proteínas con las que conseguí perder hasta 10 kilos al mes. Pero después, en cuanto las dejaba, recuperaba todavía más rápido todo el peso que había perdido o incluso más. A medida que iba acercándome a los 40 años, me fui dando cuenta de que cada vez estaba en peor forma física. Fue entonces cuando decidí tomar las riendas de mi vida, pero, esta vez, de una forma inteligente.

Empecé por descargarme la app de YAZIO. Y sentí que por fin había encontrado LA solución a todos mis problemas, ya que no tenía que dejar de comer ningún alimento. Lo único que tenía que hacer era pesar y registrar todo lo que comiera, y no superar mi asignación diaria de calorías.
Tengo que admitir que al principio me resultó un poco complicado. También decidí empezar a hacer ejercicio regularmente al mismo tiempo. Tengo espondilitis y el hecho de no moverme había provocado que mis síntomas empeoraran.
Entonces, al principio, me obligaba a dar un mínimo de 10.000 pasos al día y me apunté a un gimnasio que ofrecía entrenamiento funcional. La combinación de una dieta equilibrada y practicar ejercicio de forma regular fue lo que marcó el comienzo de mi éxito.

¿Qué querías conseguir con tu cambio?

Tenía tres objetivos. El primero era perder 20 kilos para sentirme mejor conmigo misma.
El segundo era reducir los síntomas de la espondilitis. Y por último, quería entrar en los 40 sintiéndome una mujer feliz y realizada.

¿Cómo alcanzaste tus objetivos?

Hubo varios factores que me permitieron alcanzar mi objetivo, que no era otro que el de perder peso. El primero de todos fue que me sentía con mucha voluntad de hacerlo. Sabía que iba a tardar un poco más de tiempo que con todas las demás dietas restrictivas que había probado anteriormente, pero también sabía que era la única manera de no volver a recuperar todos los kilos que perdiera.

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Intenté ser lo más cuidadosa posible registrando los alimentos que comía y su peso en la app. Todas mis comidas consistían en gran parte en verduras, proteínas y carbohidratos (preferiblemente pasta o arroz integral). Comía carbohidratos en todas las comidas (algo que había estado evitando otras veces). Al final de cada comida, me tomaba un café y algo dulce. Por ejemplo, un trozo de chocolate negro (de al menos un 70 % de cacao).
Si me entraba un poco de hambre entre el almuerzo y la cena, me comía una fruta o un trozo de chocolate con una taza de café.< br>Tengo un problema con el agua. Nunca tengo sed, así que se me olvida beber. Me obligaba a beberme una botella de agua al día. No evitaba socializar con amigos ni salir a comer, aunque en esos casos contar calorías era más complicado. A veces me dejaba llevar un poco y comía sin contarlas. Al día siguiente, volvía a retomar mi rutina, tanto de alimentación como de ejercicio, y no afectaba de ninguna forma a mi pérdida de peso.
También empecé a hacer ayuno intermitente. Dejé de desayunar y entrenaba con el estómago vacío. Al principio, iba al gimnasio a hacer entrenamiento funcional tres o cuatro veces a la semana, además de los 10.000 pasos que me propuse dar al día. Dejé de coger el ascensor del trabajo y empecé a subir por las escaleras. Cuando empecé a perder peso y mis articulaciones dejaron de sufrir tanto con mi sobrepeso, cambié caminar por correr, y siempre lo hacía con el estómago vacío.
Me concedía uno o dos días libres a la semana. La combinación de una dieta equilibrada y practicar ejercicio de forma regular fue lo que hizo posible que perdiera peso y lo que transformó mi cuerpo, que fue cambiando día a día.

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¿Cómo te ayudó YAZIO?

Sin duda alguna, YAZIO me ayudó a ser más consciente de lo que comía y a comer con moderación. Pesar y registrar en la app todos los alimentos que consumía me hizo darme cuenta de que, hasta entonces, había estado comiendo de una forma desequilibrada y en exceso.

¿Tuviste algún contratiempo?

En varias ocasiones, hubo épocas en las que no conseguía bajar de peso y eso me desanimaba bastante. Tenía la sensación de que estaba poniéndolo todo de mi parte y, aun así, había veces en las que la aguja de la báscula subía en lugar de bajar. ¡Qué frustrante! Pero yo no me rendía y mi proceso de adelgazamiento volvía a su cauce otra vez.
Creo que quedarse estancado en un peso determinado es inevitable y el resultado de varios factores. Al final, no es un aumento de peso real. Aquello me enseñó que no hay que pesarse todos los días.

¿Qué consejos tienes para otros usuarios?

La clave del éxito es, sobre todo, la voluntad de tenerlo. Recuerda que si hay gente que lo consigue, tú también puedes conseguirlo. No alcanzar una meta que te hayas propuesto tiene menos que ver con el método y más con la falta de regularidad y los descuidos. Aunque una dieta equilibrada no sea realmente una dieta y te permita comer de todo, tienes que comer de una forma balanceada y saludable, y hacer ejercicio con regularidad.
Tener que pesarlo todo puede parecer restrictivo al principio, pero en mi opinión, es un paso ineludible que debes dar para tomar conciencia de lo que comes. No existe ninguna fórmula secreta ni milagrosa. Para adelgazar hay que mantenerse en déficit calórico y, por tanto, calcular las calorías que se consumen teniendo en cuenta las que se queman.

¿Qué objetivos tienes para el futuro?

Me encantaría que mi historia motivara a muchas personas y les devolviera la motivación a otras que lo hayan intentado antes y se hayan dado por vencidas. Si algo tengo claro es que he adoptado un estilo de vida mucho más saludable. Me niego a volver a dejar que los kilos vayan subiendo sigilosamente porque, cuanto más te dejas, más difícil te resulta después. Cuando me veo en fotos, casi no me reconozco y me pregunto por qué estuve maltratando mi cuerpo durante tanto tiempo.
¡Nada es imposible si tienes la voluntad de lograrlo! En esta vida no hay que dar nada por sentado. Hay que ser consciente de eso para mantener buenos hábitos y no dejarse llevar. La fase de mantenimiento es, sin duda, la más importante. Quedaba poco para irme de vacaciones y me preocupaba que llegara el momento, porque es mucho más fácil mantener un estilo de vida saludable y una rutina diaria activa estando en casa.
Entonces, me puse como objetivo seguir haciendo ejercicio todos los días, pero divirtiéndome, que también es muy importante. Estuve tres semanas sin subirme a la báscula y, cuando volví, solo había ganado un kilo de los 26 que había perdido. Aquellas vacaciones fueron la prueba de que la vida sigue y de que, mientras sigas comiendo con moderación y haciendo actividad física, disfrutar no tiene por qué ser sinónimo de engordar.

¿Por qué quieres contar tu historia?

Quería contar mi historia porque creo que soy la prueba de que nada es imposible en la vida. Es igual que cuando alguien quiere dejar de fumar; solo lo conseguirá si decide y tiene la voluntad de hacerlo.
Me encantaría ser una fuente de motivación para todas aquellas personas que aún no se hayan decidido a dar el gran salto. Por primera vez en mi vida, he conseguido perder peso comiendo de todo y sin frustrarme en ningún momento. No hay nada mejor que sentirse bien consigo mismo, y espero que mi testimonio inspire a más gente y les dé fuerzas para volver a intentarlo a quienes se hayan dado por vencidos. La victoria es tuya. Todo comienza con la voluntad de triunfar.

Empieza tu propia historia de éxito hoy mismo.