¿Por qué querías adelgazar?
En mi caso, no hubo ningún motivo concreto que me llevara a dar el paso de decidir adelgazar. Razones no me faltaban, por no hablar de lo terriblemente incómodo que estaba. Tenía apnea del sueño severa (más de 50 episodios por hora), roncaba como un oso (pobrecita mi mujer), tenía el hígado extremadamente graso, la presión arterial alta, mis valores sanguíneos eran terribles, me ponía a sudar con solo dar un par de pasos... y la lista sigue y sigue.
Aparte de eso, mi sobrepeso también me causaba otra serie de problemas prácticos: tenía que ser preventivo a la hora de elegir las sillas en las que iba a sentarme (no podía estar demasiado desvencijada ni tener paneles laterales y el asiento tenía que ser lo más profundo posible), teníamos que cambiar el asiento del inodoro 3 veces al año porque se rompía, tuve que reforzar los radios de la bicicleta eléctrica (que ya de por sí era para personas XXL) y las tiendas "normales" no tenían la talla 6XL (y si la tenían, la selección era superlimitada). Una vez, al buscar un chubasquero de la talla 4XL por Internet, entre los resultados que me dio el buscador había un toldo para caravana, y no es broma.
Antes de mi historia de éxito, había intentado adelgazar muchas veces, pero siempre caía en el temido "efecto rebote". En 2008/2009, conseguí bajar de 131 kg a 95 kg. Con ejercicio, MUCHO ejercicio. En el trabajo, no era capaz de seguir el ritmo que demandaba la carga de trabajo y, con muchos altibajos, llegué a pesar 157 kg en 2018. Tenía que hacer algo. Las circunstancias habían cambiado demasiado. Además, al menos para mí, me resultaba el doble de duro perder peso sabiendo que ya lo había conseguido y lo había vuelto a recuperar.
¿Qué querías conseguir con tu cambio?
Lo más importante de todo es que no quería morirme a los 30. Si hubiera seguido comiendo de esa manera, eso es lo que hubiera pasado. Al menos, eso es lo que parecía. Tuve suerte y al menos me diagnosticaron apnea del sueño y pudieron tratármela. Puede que no hubiera conseguido perder peso nunca sin este tratamiento, porque estaba siempre agotado. Pero la obesidad tiene otros muchos efectos secundarios, en los que ya no quiero ni pensar...
Mentiría si dijera que mejorar mi estado de salud era mi único objetivo en aquel momento. No me sentía bien conmigo mismo. Esa sudoración constante y extrema, las dificultades para respirar con cualquier pequeño esfuerzo que hiciera, el tener que levantarme de la silla para poder respirar... Mi vida giraba en torno a ese tipo de problemas. Estaba tan sumergido en mis propios problemas y estaba siempre tan de mal humor que no disfrutaba de mi mujer ni de mis hijos. ¡No quería seguir viviendo así!
¿Cómo alcanzaste tus objetivos?
Desesperado, pedí ayuda a mi médico, que además era especialista en diabetes. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa: grupos de apoyo, consultas de nutrición, cirugías, lo que hiciera falta. En cambio, me recomendó unos estabilizadores del estado de ánimo que, como efecto secundario, podrían reducirme el apetito. Sin tener los conocimientos que tengo ahora, yo sabía que aquella no era una solución sostenible. Por aquel entonces, mi mujer siempre decía que ya habría perdido peso hacía mucho tiempo si le prestara tanta atención a mi dieta como se la prestaba al trabajo u otros intereses personales. Me dijo que sería genial que convirtiera la alimentación en una de mis aficiones. No sé por qué no lo había pensado antes, pero la verdad es que era buena idea.
Consejos de Thomas
Entonces, intenté interesarme un poco más por la alimentación, y me fue muy bien. Me leí un libro tras otro y cogí un camino que me funcionó: Una buena reducción en la ingesta de calorías, muchas proteínas y grasas saludables, así como carbohidratos buenos con moderación. Estuve casi un año entero sin picar entre horas. Descubrí que una comida "abundante" rica en proteínas me hacía sentirme lleno durante más tiempo. Por la mañana, principalmente comía yogur con cereales ricos en proteínas. Para almorzar, me hacía una ensalada en la cafetería (con especial atención a las legumbres y el pescado). Y para la cena, normalmente me preparaba un plato de verduras con pasta integral y algo de carne, pescado o huevos. También decidí no consumir las calorías que hubiera quemado haciendo ejercicio, aunque ya tenía un déficit bastante importante. También me aseguré de que estuviera llevando una dieta equilibrada y consumiendo la cantidad suficiente de vitaminas y minerales esenciales que necesitaba mi cuerpo. Para ello, lo consultaba con mi médico regularmente.
Además, cuando empecé mi viaje hacia la pérdida de peso, comencé a ir al gimnasio de 2 a 3 veces a la semana para trabajar la musculatura. Sin embargo, por falta de tiempo, lo dejé en un par de semanas. Así que lo único que hacía era ir a ping pong 2 veces a la semana. Me concentré principalmente en mi alimentación.
¿Cómo te ayudó YAZIO?
Para mí es esencial hacer un seguimiento de mis comidas y YAZIO es muy bueno para eso. Creo que lo que hace que el seguimiento sea tan fácil y cómodo (y lo que distingue a YAZIO de sus competidores) es que tiene una base de datos de alimentos muy amplia y funciones que son muy fáciles de usar y te permiten registrar los alimentos más rápido (por ejemplo, la posibilidad de registrar comidas completas o recetas, o guardar en favoritos).
¿Tuviste algún contratiempo?
La verdad es que no he tenido complicaciones durante todo este tiempo, excepto por pequeños periodos de estancamiento en los que mi peso no bajaba. Pero últimamente, hay veces en las que me he pasado un poco y he vuelto a recuperar algunos kilos. En comparación con veces anteriores en las que había intentando adelgazar, no dejo que me afecten estos pequeños baches. Creo que es de admirar el hecho de seguir adelante después de un pequeño revés y no dejar que eso te hunda. Me parece que ser capaz de enmendar el daño causado por este tipo de baches es digno de admirar. Es importante no perder nunca de vista el objetivo y seguir siempre hacia delante.
¿Qué consejos tienes para otros usuarios?
Adelgazar es un objetivo a largo plazo. No se consigue "comiendo diferente durante un tiempo determinado". Tienes que mantener ciertos cambios en tu dieta, lo que significa que no existe un final definido. Tu viaje hacia la pérdida de peso puede llegar a su fin, pero no los nuevos hábitos alimenticios que hayas adquirido. Tienes que tener eso muy claro porque, de lo contrario, no tiene sentido comenzar. No existe una pastilla ni una receta mágica que te vaya a hacer el camino más fácil. No existe porque, si existiera, yo lo sabría... Podría escribir una lista interminable de cosas que me ayudaron a llevar mejor mi viaje hacia la pérdida de peso, pero preferiría no hacerlo. He aprendido que hay cosas que pueden irles bien a unas personas pero no a otras, e incluso que lo que te funciona a ti puede ser una desventaja para mí.
En mi opinión, el mejor consejo que podría dar es: busca la manera de hacer un cambio permanente en tu dieta que se ajuste a tus necesidades. Para ello, es importante que leas y comprendas los conceptos básicos sobre la alimentación y los procesos metabólicos del organismo. Es esencial que te conozcas a ti mismo. Yo, por ejemplo, soy una persona muy orientada a objetivos y pierdo el interés muy rápido si no consigo resultados inmediatos. Por eso decidí reducir mi ingesta de calorías considerablemente, para ver resultados importantes semana a semana. Sin embargo, tuve que compensarlo con cambios dietéticos muy específicos para no tener ninguna deficiencia de nutrientes. Habrá otras personas que prefieran reducir menos su ingesta de calorías y perder unos 100 gramos a la semana. Eso supondría una ingesta mayor de calorías y no provocaría deficiencia de nutrientes si se cometiese algún error en la alimentación.
¿Qué objetivos tienes para el futuro?
Para mí es importante tener siempre un objetivo en mente. Mi próximo objetivo es desarrollar músculo, porque ahora mismo me veo un poco "flacucho". Para conseguirlo, voy a usar las mismas tácticas que utilicé para perder peso. Le he dedicado mucho tiempo al tema (y lo sigo haciendo), he trazado un plan (un poco desafiante) y lo voy a seguir.
Además, tras una reveladora noche en el laboratorio del sueño, puedo confirmar que: ¡mis ronquidos y mi apnea del sueño ya son cosa del pasado! He devuelto mi CPAP y ahora duermo sin ningún tipo de ayuda. Por suerte para mi mujer, ahora soy mucho más silencioso cuando duermo. ;-)
¿Por qué quieres contar tu historia?
Doy por hecho que cualquier persona que tenga sobrepeso ya habrá intentado adelgazar varias veces. Con el paso del tiempo, todo el mundo llega a un punto en el que pierde la esperanza de poder conseguirlo. Y esto es algo que se reafirma constantemente, ya sea mediante testimonios de gente que ha intentando perder peso sin éxito o mediante estudios que demuestran que el 95 % de todas las dietas fracasan. Empiezas a pensar que nada te va a funcionar y que deberías dejarlo por imposible. Y puede que sea verdad. Después de todo, YAZIO no es una dieta, sino un cambio en tu dieta y en tu estilo de vida.
Yo también he estado en ese punto y era un mar de dudas. Pero entonces leí los testimonios de éxito del grupo de Facebook de YAZIO y me convencí de que era posible adelgazar. Me motivaron a seguir adelante. Espero que mi historia también se convierta en ese empujoncito que alguien necesite para no rendirse.