¿Por qué querías adelgazar?
Como he tenido problemas de peso desde que era niña y nunca aprendí a comer alimentos "adecuados", con el paso de los años la comida se convirtió en mi refugio cada vez que no me encontraba bien emocionalmente. Después de dar a luz a mi tercer hijo, empecé a atiborrarme de todo lo que se me ponía por delante. Me dolía la espalda cuando pasaba demasiado tiempo sentada y me salió chepa. ¡Jugar con los niños ya era algo que ni me planteaba!
"Un año te ofrece 365 oportunidades. Aprovéchalas todas."
No podía seguir viviendo así y decidí que esta vez tenía que hacerlo bien. Por supuesto, hubo varias dietas fallidas por el camino, desde la dieta de la sopa de repollo hasta la dieta "Come solo la mitad". Por desgracia, no eran sostenibles. Mi marido me enseñó una foto del verano anterior: yo en la piscina en bañador. Aquello fue como un guantazo en la cara para mí. La verdad es que nunca consideré que tuviera sobrepeso y supe que, si no hacía algo para cambiar la situación, mis hijos no tendrían a la madre que necesitaban.
¿Qué querías conseguir con tu cambio?
Escribí el peso objetivo que quería alcanzar en una libretita y quería bajar hasta los 75 kg. En aquel momento, no tenía ninguna otra meta porque conseguir adelgazar tanto ya sonaba lo suficientemente poco realista. Actualmente, me gustaría bajar hasta los 65-68 kilos para estar en un rango "normal" en base a mi IMC. La razón fundamental siempre fue ser una madre ágil y en forma para mis hijos, vivir sin dolores y dejar de ser la persona "más gorda" de todos los sitios a los que iba.
¿Cómo alcanzaste tus objetivos?
Empecé a contar calorías. Finalmente me ayudó a entender lo que significa comer de manera normal, qué alimentos son realmente los que sacian y cuántos carbohidratos o cuántas proteínas tiene cada cosa. Me apunté al gimnasio y empecé a hacer ejercicio 3 veces a la semana. Eso me ayudó a descubrir mi verdadera pasión: el entrenamiento de fuerza. Poco a poco fui aumentando la duración de las sesiones, empecé a ver resultados y, de aquella manera, mi motivación también fue creciendo.
Consejos de Mara
Mi marido me ha acompañado en todo momento a lo largo de este camino y ha sido un apoyo muy importante para mí. Eso me permitió integrar fácilmente mi pérdida de peso en mi rutina diaria. A primera hora de la mañana, damos un largo paseo con los niños y el perro para que nos de un poco el aire fresco. Gracias a mi nuevo régimen de ejercicios, ya no es una molestia para mí, sino un ritual matutino.
¿Cómo te ayudó YAZIO?
En lo que respecta a los nutrientes, YAZIO me ha ayudado a aprender a qué tengo que prestarle más atención. Controlo mucho las proteínas que consumo, de las que siempre tengo un buen resumen en la app. Si me quedo sin ideas, siempre encuentro en la app buenas recetas con pocos ingredientes que puedo preparar con mis hijos. Mi marido también está impresionado con las recetas. Aunque al principio dude un poco, al final le gustan. La app es muy fácil de usar, tanto que me permite comprobar rápidamente si un alimento es adecuado para mí o no mientras estoy haciendo la compra. Con el lector de códigos de barras, no hay ningún problema.
¿Tuviste algún contratiempo?
Siempre habrá días en los que dude de mí misma o en los que mi mente no pueda seguir el ritmo. Cuando llegué a los 81 kg y a los 75 kg, hubo largos periodos de tiempo en los que no perdí nada de peso. Es entonces cuando empiezas a darle demasiadas vueltas a las cosas. Pero al final, mi disciplina dio sus frutos y seguí avanzando.
Gracias a la app, siempre tenía control sobre todo lo que comía y, por eso, en comparación con otros intentos de adelgazar que había hecho anteriormente, no tuve ningún contratiempo.
¿Qué consejos tienes para otros usuarios?
Ponte metas pequeñas. Eso te ayudará a mantenerte motivado y no te decepcionarás tan rápido cuando las cosas no vayan todo lo rápido que te gustaría. Adelgazar lleva tiempo y tienes que darte ese tiempo. La paciencia y la disciplina son lo más importante de todo. Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, al final siempre merece la pena. Recompénsate con algo de ropa nueva, unas zapatillas de correr o algo que te haga feliz cuando alcances metas pequeñas. Para mí, esas recompensas siempre eran pantalones de deporte nuevos. Me motivaban muchísimo.
¿Qué objetivos tienes para el futuro?
Me gustaría bajar a un peso normal, entre los 65 y los 68 kg. Me siento muy cómoda conmigo misma en este momento. Me gustaría mejorar mis habilidades deportivas y seguir entrenando. Ahora mismo estoy trabajando para sacarme un certificado de entrenadora y estoy entrenando para competir en una competición de levantamiento de pesas. Gracias a mi viaje hacia la pérdida de peso, he descubierto esta pasión y ya no quiero vivir sin ella.
¿Por qué quieres contar tu historia?
Especialmente para las que somos madres, es importante que sepamos que es posible, incluso teniendo hijos. Se puede aprender a comer bien incluso cuando se es adulto. No pierdas la esperanza, porque nunca es demasiado tarde para empezar.
Para mí es importante que mi historia sirva de motivación a otras personas. Me conformo con que ayude a una sola persona a hacer algún cambio, porque entonces mi viaje ya habrá dado sus frutos por partida doble.